ICE recluta personal sin límite de edad: ¿refuerzo necesario o amenaza para los derechos de los inmigrantes? Acá te lo cuento
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La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció en los últimos días que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) eliminó los límites de edad para los nuevos solicitantes con el fin de reclutar a más personas que quieran ayudar a implementar la ambiciosa política de esta administración, que busca acabar con la inmigración ilegal.
“Estamos terminando el límite de edad para las fuerzas del orden de ICE”, dijo la secretaria Noem, quien agregó que “los candidatos calificados ahora pueden postularse sin importar sus años”.
Su misión, dice la entidad, será arrestar a supuestos asesinos, pedófilos, pandilleros, violadores y otros inmigrantes ilegales que se encuentran en las calles de Estados Unidos. (https://www.dhs.gov/news/2025/08/06/secretary-noem-unveils-no-age-limit-patriotic-americans-join-ice-law-enforcement)
¿En dónde está el cambio?
Anteriormente, quienes querían hacer parte de ICE debían tener entre 21 y 40 años; con esta propuesta, los interesados mayores de 18 años pueden aplicar. Adicionalmente, el techo que estaba definido a los 40 años desaparece, para dejarlo abierto. En este orden de ideas, no habría límite máximo para integrar las filas de la policía migratoria.
La nueva normativa se expide solo días después de que el DHS lanzara su campaña de reclutamiento, con la que promete a los nuevos reclutas hasta 50.000 dólares de bono por firmar su contrato, repartido en los primeros tres años, así como la oferta de pagar hasta 60.000 dólares en deudas por préstamos estudiantiles y prestaciones adicionales para la jubilación.
Según la entidad, hasta la fecha se han recibido más de 100.000 solicitudes de estadounidenses para unirse a ICE.
¿Quiénes se están enlistando a ICE?
Según la Organización Inmigration Forum, esta campaña de reclutamiento ha despertado el interés de propios y extraños en Estados Unidos, ya que los múltiples beneficios ofrecidos por la agencia han atraído incluso la atención de personalidades como Dean Cain, actor que interpretó al migrante alienígena Superman en el programa de los años 1990 Lois & Clark: The New Adventures of Superman, quien anunció que se convertirá en un agente honorario de ICE.
Pero, además, alertan que estos planes para reclutar de manera generalizada a más personas puedan poner en riesgo la seguridad de muchos territorios por la posibilidad de que policías locales quieran migrar a ICE y dejar sus actuales labores, o que funcionarios clave para otras tareas del Gobierno quieran cambiarse a la agencia.
https://immigrationforum.org/article/legislative-bulletin-thursday-august-7-2025/)
Sin embargo, las preocupaciones van más allá, puesto que la alerta también se eleva a la idoneidad del personal que se está atrayendo, pues la prisa por contratar gente puede jugar en contra de los inmigrantes.
La organización Left Voice, que promueve los derechos civiles, calificó esta campaña de reclutamiento como parte de una agenda autoritaria: lo ven no como una medida de seguridad, sino como una táctica para generar miedo y culpar a los inmigrantes mientras se expande un aparato represivo. Para ellos, con los bolsillos llenos, ICE está llevando a cabo una importante campaña de reclutamiento impregnada de xenofobia, racismo y desesperación.
¿Los nuevos agentes recibirán la capacitación requerida?
Según el DHS, todos los reclutas policiales de ICE deberán pasar por exámenes médicos y de drogas, y completar una prueba de aptitud física. Sin embargo, la pregunta que nos hacemos es si dicho entrenamiento será igual de robusto al de los agentes que hoy están en las calles, esto porque si los actuales agentes, quienes conocen a profundidad la operación, se enfrentan a casos que pueden implicar abusos de autoridad o extralimitación de funciones, no imagino cómo sería la situación con quienes desconocen las normas y jamás han ejercido estas funciones.
Aunque ICE asegura que todo nuevo recluta pasará por el exigente proceso de formación que incluye entrenamiento en el FLETC (Federal Law Enforcement Training Centers), así como el Programa Básico de Ejecución de Ley de Inmigración (BIETP), cursos de español y 16 semanas de práctica supervisada en el campo, la magnitud y urgencia de la campaña de contratación plantea serias dudas sobre si este estándar es el requerido para los nuevos agentes y sus labores.
Hay voces que advierten que, en la carrera por aumentar el personal, podrían recortarse etapas estratégicas del entrenamiento, lo que pondría en riesgo la calidad operativa y el respeto a los derechos de los inmigrantes durante las detenciones.
Estos cambios se dan mientras ICE se encuentra bajo la lupa por posibles cuotas de capturas diarias, malos tratos en centros de detención, uso de máscaras en operativos y tácticas de capturas de inmigrantes según el estado donde se desarrolla la diligencia.
A pesar de que el Departamento de Justicia niega la existencia de una cuota de arrestos por inmigración, lo que si se ha evidenciado es que ICE está cambiando sus tácticas de arresto según los estados donde opera.
Según cifras de la Organización Deportation Data Project, de enero a junio el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha detenido a más de 109.000 inmigrantes. Pero sus tácticas para hacerlo varían según el estado en que opera. (https://deportationdata.org/data/ice.html)
Mientras que en los territorios republicanos los agentes de ICE casi que capturan a los inmigrantes para su deportación desde las prisiones y cárceles, en los estados demócratas los agentes recurren a buscarlos en lugares de trabajo, calles y redadas masivas, prácticas que han suscitado manifestaciones y protestas en ciudades como Los Ángeles.
Según cifras del mismo ICE, en general se arresta a más inmigrantes en territorios republicanos que en estados demócratas. Sin embargo, existe una gran diferencia al revisar los lugares donde ICE detiene a las personas: 59 % de los arrestos para deportación en estados republicanos se adelantan en prisiones y cárceles, mientras que el 70 % en los estados demócratas se realizan en sectores donde confluye la comunidad.