Un juez federal declaró culpable a la jueza del condado de Milwaukee, Hannah Dugan, por obstrucción de la justicia, tras concluir que ayudó a un inmigrante indocumentado a evadir a agentes federales de inmigración, específicamente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), dentro del propio tribunal.  

Los hechos ocurrieron en abril de 2025, cuando agentes intentaban detener a Eduardo Flores, un inmigrante mexicano, luego de que asistiera a una audiencia judicial. Según la fiscalía, la jueza no solo obstruyó la labor de las autoridades, un delito grave, sino que además ayudó a ocultar a una persona para evitar su arresto. Por este cargo, Dugan podría enfrentar hasta cinco años de prisión.  

De acuerdo con documentos judiciales, que incluyen un informe del FBI y una acusación presentada por un jurado federal, los agentes acudieron al juzgado del condado de Milwaukee el 18 de abril, tras saber que Flores, de 31 años, había reingresado de manera indocumentada a Estados Unidos y tenía programada una audiencia por un caso estatal de agresión.  

La jueza se enteró de que los agentes estaban esperando a Flores en el pasillo, fuera de su sala. En este momento fue cuando decidió salir a hablar con ellos para argumentar que la orden administrativa que tenían no era suficiente para detenerlo. También les pidió que se dirigieran a la oficina del juez principal del tribunal.  

Mientras los agentes se alejaban, la jueza resolvió el caso sin una audiencia formal, le indicó al abogado de Flores que la próxima cita podría realizarse por videollamada y luego acompañó al inmigrante y a su abogado por una puerta privada, normalmente usada por el jurado, evitando así el pasillo principal.  

Poco después, los agentes vieron a Flores fuera del edificio, lo siguieron hasta la calle y lograron detenerlo tras una breve persecución a pie. En noviembre, el Departamento de Seguridad Nacional informó que el inmigrante había sido deportado.  

Tras el veredicto, en el que se le absuelve del cargo de ocultación, pero se le condena por obstrucción por el que podría enfrentar una pena de 5 años en prisión, la jueza quedó sujeta a una suspensión automática de sus funciones, mientras se define la sentencia final y una posible apelación.  

Aunque no es la primera vez que un juez enfrenta investigaciones por interferir en arrestos migratorios, sí es uno de los pocos casos que termina en condena, lo que lo convierte en un precedente que podría terminar interfiriendo con las decisiones en otras cortes. En otros casos similares, como uno ocurrido en Massachusetts en 2019, los cargos fueron retirados antes de llegar a juicio.