La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estarían cruzando datos de pasajeros y adelantando un trabajo cooperativo para conocer información de las personas que se mueven en aeropuertos de EE. UU. y tienen órdenes de deportación.
Según una investigación del diario The New York Times, funcionarios de la TSA comparten listas de los viajeros con agentes de inmigración, lo que le permite a la agencia de seguridad contrastar información “previamente” con sus bases de datos de personas con antecedentes o temas migratorios pendientes y enviar agentes a los aeropuertos para hacer detenciones.
¿Es usual la cooperación entre TSA y ICE?
La cooperación entre la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no es nueva ni excepcional. Ambas agencias hacen parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y, desde su creación (tras los atentados del 11 de septiembre de 2001), han operado bajo marcos de intercambio de información. TSA, históricamente, ha compartido datos con ICE cuando existen alertas de seguridad, órdenes judiciales o solicitudes formales relacionadas con personas buscadas por el gobierno federal.
Uno de los pilares de esta cooperación es el programa Secure Flight, administrado por TSA. Este sistema recopila información de pasajeros como: nombre completo, fecha de nacimiento y género, y lo compara con listas de vigilancia federales. El programa ha sido utilizado en el pasado para identificar a personas con órdenes de deportación, especialmente cuando ICE ha solicitado acceso o ha cruzado datos con otras bases del DHS.
¿Qué ha ocurrido en otras administraciones?
Entre 2008 y 2020, se registraron casos documentados en los que información obtenida por TSA fue utilizada por ICE para localizar, detener o monitorear a personas con procesos migratorios pendientes. Diversas organizaciones de derechos civiles denunciaron que pasajeros fueron detenidos en aeropuertos o contactados posteriormente por ICE tras haber pasado por los controles de TSA.
¿Existen acuerdos formales dentro del DHS?
La cooperación entre TSA e ICE está sustentada en acuerdos marco internos del DHS, que permiten compartir información “cuando sea relevante para el cumplimiento de la ley federal”. Esto incluye órdenes de deportación, órdenes administrativas de arresto migratorio y alertas internas. En la práctica, esto significa que no se requiere un nuevo acuerdo cada vez que se comparte información, lo que dificulta la supervisión externa y genera preocupación entre defensores de derechos migratorios.
Este comportamiento histórico demuestra que la cooperación entre TSA y ICE es común al interior del sistema de seguridad nacional. Los aeropuertos han funcionado en el pasado y podrían volver a hacerlo en este gobierno como puntos de localización, incluso en vuelos domésticos, para personas con órdenes de deportación o casos migratorios sensibles.
Mi recomendación es que evites vuelos si tienes conocimiento de que existe una orden de deportación en tu contra, comparecencias pendientes, casos criminales abiertos o reingresos previos, ya que en estos casos los vuelos aumentan exponencialmente el riesgo.
Si por situaciones extremas debes viajar, activa un plan de emergencia antes de volar. Comparte el itinerario con un contacto de confianza, memoriza algunos números clave y ten a la mano el contacto de tu abogado de inmigración, ya que el teléfono puede ser confiscado. Si ICE ya te tienen la mira, el aeropuerto puede facilitar tu detención.