En los primeros meses de su segundo mandato, el presidente Trump intensifica su política migratoria, acelerando drásticamente las deportaciones y marcando un giro más severo en su política migratoria. Según datos de la Oficina de Seguridad Nacional (OHSS, por sus siglas en inglés), en lo que va del año fiscal 2025, las autoridades han repatriado a 111.010 personas.
De mantenerse este ritmo, el gobierno federal podría superar el medio millón de deportaciones anuales, superando incluso las cifras de su primer mandato. Este incremento refleja una estrategia más agresiva contra la migración irregular, en línea con la promesa de campaña de Trump de realizar «la mayor deportación masiva en la historia de EE.UU.»
Cifras que revelan una tendencia más dura
Con 110.100 deportaciones en los tres primeros meses de 2025, equivalentes al 6% del total de su primer mandato (2017-2021), el gobierno proyecta un récord anual cercano al medio millón de expulsiones. Durante sus primeros cuatro años en la Casa Blanca, Trump deportó a más de 2 millones de personas.
Para más detalles, consulta las Tablas mensuales de aplicación de la Ley de Inmigración de la OHSS.
A esto se suma que, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), actualmente hay más de 46.000 migrantes en centros de detención, la cifra más alta desde octubre de 2019.
Trump intensifica su política migratoria: ¿qué impulsa este aumento?
La presión fronteriza es un factor clave. Pese a las políticas restrictivas, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), registró 502.457 cruces irregulares entre octubre de 2024 y febrero de 2025 en las fronteras Norte y Sur.
No obstante, estos encuentros han disminuido, pasando de 142.763 en octubre de 2024 a 28.654 en febrero de 2025, debido a las medidas anunciadas por la administración y que ya son de amplio conocimiento. Estas incluyen un mayor despliegue de agentes en puntos críticos, el uso de tecnología avanzada para la detección de cruces y acuerdos bilaterales con países emisores de migrantes.
Además, el gobierno ha endurecido los criterios para otorgar asilo y acelerado los procesos judiciales migratorios.
¿Qué sigue en materia legal sobre las deportaciones masivas?
Mientras el gobierno prioriza la seguridad nacional, el abogado de inmigración Héctor Quiroga, de Quiroga Law Office, advierte: «Las deportaciones masivas no resuelven las causas de la migración y generan inestabilidad social. Con una proyección de 500.000 deportaciones anuales, el debate sobre el futuro de esta política seguirá en la agenda pública. Las consecuencias son profundas no solo para los migrantes, sino también para el tejido social y económico del país receptor.”
“Con estas medidas, la administración Trump intensifica su política migratoria y reafirma su enfoque de ‘tolerancia cero’ hacia la migración irregular, un sello distintivo de su política desde 2017. Sin embargo, el impacto a largo plazo sigue siendo incierto: mientras algunos aplauden la reducción de cruces ilegales, la solución requiere abordar las causas estructurales como violencia, pobreza y falta de oportunidades, que impulsan la migración”, agregó el abogado de inmigración Héctor Quiroga.
Además, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las consecuencias de estas políticas en comunidades vulnerables, especialmente menores de edad y solicitantes de asilo. La separación de familias, la detención prolongada y la incertidumbre jurídica agravan el trauma de quienes huyen de contextos difíciles. También han alertado sobre la creciente criminalización del migrante, lo que contribuye a un ambiente de estigmatización y miedo.
En síntesis, el debate trasciende lo administrativo. Cada deportación representa una historia familiar o personas, y con la posibilidad de tener medio millón de casos anuales, EE.UU. enfrenta un desafío humanitario que exige respuestas integrales y compasivas.
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