Ruby Ridge y Waco, los sucesos que desataron la tragedia de Oklahoma

El Camino de los Inmigrantes: Ruby Ridge y Waco, los sucesos que desataron la tragedia de Oklahoma  

Hay situaciones que marcaron la cultura de Estados Unidos, y aunque sean acontecimientos dolorosos debemos conocerlos para comprender el contexto cultural de este país.  

En esta ocasión vamos a hablar sobre la tercera y última parte de un especial, dedicado a los acontecimientos que han afectado la percepción en las autoridades federales.  

Para eso, ahondaremos un poco en las consecuencias y sentimientos enardecidos producto de las tragedias en Ruby Ridge y Waco. 

Y de cómo este sentimiento de odio hacia el sistema federal se convirtió en un suceso que conmocionaría no solo a EE.UU., sino al mundo entero.  

Recomendación: Waco, el suceso que conmocionó a Estados Unidos 

Ruby Ridge y Waco, un símbolo de resistencia anti-gobierno 

Aunque la tragedia en Waco fue esclarecida, revelando los delitos cometidos en el campamento y las causas del incendio.  

E incluso se creó la Ley “The Brady Act” para regular la compra y porte de armas, y se modificaron los procedimientos para no ingresar a una propiedad con la violencia ejercida en los casos anteriores.     

Muchas personas se quedaron solo con la información inicial revelada por los medios de comunicación; el abuso de la fuerza pública contra un grupo religioso.  

Este sentir poco a poco creció en un pensamiento anti-sistema y la necesidad de protegerse del Gobierno.   

Y para aquel 19 de abril de 1993, mientras el campamento de Waco ardía en llamas, Timothy McVeigh veía en la televisión horrorizado e impotente lo que calificó como un incendió perpetrado por las autoridades.  

Fue en ese momento cuando decidió que era hora de vengarse del Gobierno, poniendo su plan en marcha que no daría resultados sino hasta dos años después.  

Cuando sembró el terror por medio de un bombardeo en la ciudad de Oklahoma.  

La mente detrás de la tragedia  

Timothy McVeigh, quien había prestado su servicio a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ahora guardaba un gran resentimiento en contra de cualquier institución gubernamental.  

Si bien sus años de servicio transcurrieron sin pena ni gloria, él esperaba obtener reconocimientos y renombre. Cosa que jamás pasó, y lo que se cree comenzó a influir negativamente en él.  

Sumado a esto, su creencia acérrima en la novela de ficción Los Diarios de Turner, la que narra la historia de una revolución contra el Gobierno y el exterminio de todas las etnias diferentes a la blanca.   

Por lo que el incidente en Waco fue el detonante para que McVeigh comenzara a desarrollar su plan para desestabilizar al gobierno federal.     

Es necesario mencionar que él no actuó solo, tres de sus amigos conocían su objetivo. 

Michael y Lori Fortier, quienes a pesar de estar al tanto de cada detalle del plan de Timothy, actuaron con indiferencia e incredulidad en lugar de alertar a las autoridades. 

Por otro lado, Terry Nichols, otro extremista obsesionado con su odio hacia el Gobierno por lo ocurrido en Ruby Ridge y Waco, además de su oposición a la ley Brady. Fue quien colaboró activamente con McVeigh.  

Él, ayudó en la compra y preparación de los explosivos, como en el alquiler de la camioneta que detonaría Timothy.    

 

 

La mente detrás de la tragedia  

Timothy McVeigh, quien había prestado su servicio a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ahora guardaba un gran resentimiento en contra de cualquier institución gubernamental.  

Si bien sus años de servicio transcurrieron sin pena ni gloria, él esperaba obtener reconocimientos y renombre. Cosa que jamás pasó, y lo que se cree comenzó a influir negativamente en él.  

Sumado a esto, su creencia acérrima en la novela de ficción Los Diarios de Turner, la que narra la historia de una revolución contra el Gobierno y el exterminio de todas las etnias diferentes a la blanca.   

Por lo que el incidente en Waco fue el detonante para que McVeigh comenzara a desarrollar su plan para desestabilizar al gobierno federal.     

Es necesario mencionar que él no actuó solo, tres de sus amigos conocían su objetivo. 

Michael y Lori Fortier, quienes a pesar de estar al tanto de cada detalle del plan de Timothy, actuaron con indiferencia e incredulidad en lugar de alertar a las autoridades. 

Por otro lado, Terry Nichols, otro extremista obsesionado con su odio hacia el Gobierno por lo ocurrido en Ruby Ridge y Waco, además de su oposición a la ley Brady. Fue quien colaboró activamente con McVeigh.  

Él, ayudó en la compra y preparación de los explosivos, como en el alquiler de la camioneta que detonaría Timothy.    

19 de abril, una fecha grabada en la historia 

La ciudad que escogió para llevar a cabo su cometido fue Oklahoma, más específicamente, el edificio federal Alfred P. Murrah.  

Pues en ese edificio funcionaban muchas oficinas, entre ellas tres agencias federales: 

La oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), oficina Federal de Investigación (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA). Instituciones involucradas tanto en el incidente en Ruby Ridge como en Waco. 

En total, el edificio albergaba 550 empleados y un jardín infantil en sus instalaciones.    

McVeigh estacionó la camioneta alquilada días antes frente al edificio a las 9 AM, encendió las mechas conectadas a los 2200 kg de explosivos compuestos por fertilizantes, combustible y otros químicos. Y luego se marchó.  

A las 9:03 AM todo era caos en el edificio destruido y las más de 300 edificaciones afectadas.  

En total fallecieron 168 personas en el atentado terrorista, de ellas, 19 niños del jardín infantil. Y más de 680 heridos por la onda expansiva que tuvo un radio de 16 cuadras.   

¿Quién estaba detrás del ataque terrorista? 

Para el momento de la explosión, McVeigh se encontraba conduciendo su auto ya bastante lejos del edificio federal Alfred P. Murrah.  

Transcurridos noventa minutos de la explosión se encontraba en la carretera fuera de la ciudad, cuando fue detenido por un oficial de policía al transportarse en un vehículo sin placa.   

Timothy fue arrestado bajo los cargos de conducir un auto sin placas y tener un arma de fuego oculta. 

Mientras McVeigh era detenido, en el lugar de la explosión los agentes federales ya estaban investigando.  

En un principio el atentado fue atribuido a grupos terroristas del medio oriente, y esta fue la primera versión dada a conocer por los medios de comunicación. 

Que incluso, contaban con testigos que afirmaban haber visto a hombres que describían como musulmanes, cerca del edificio.  

Sin embargo, los agentes federales continuaron investigando, hasta hallar uno de los parachoques del auto detonado, donde estaba grabado el número de identificación del vehículo.  

Pronto, dieron con el lugar en donde fue rentado, y allí el dueño del local les dio el nombre de quien alquiló la camioneta; Timothy McVeigh. 

Terrorismo local, el acto que perturbó a todo un país   

El error por parte de McVeigh les dio a las autoridades una dirección clara para su investigación.  

Inclusive, dos días después ya estaban buscando a Terry Nichols, pues la dirección que dio Timothy al ser arrestado por conducir un vehículo sin placas fue la del hermano de Terry.    

Cuando Nichols se entregó y registraron su casa, encontraron químicos para explosivos, mapas de la ciudad de Oklahoma y detalles del plan.  

Todo Estados Unidos se quedó en shock cuando los medios de comunicación dieron a conocer los hechos.  

Darse cuenta de que fue un atentado terrorista local, que el enemigo tan odiado era otro estadounidense igual al resto, fue el golpe más duro para muchos y sin duda un motivo de temor.  

En juicio se condenó a Terry Nichols a cadena perpetua, y a Timothy McVeigh a la pena de muerte.  

Jamás mostraron arrepentimiento por el atentado que consideraban, llevaría al país a una revolución que calificaban como libertaria, sin importar las víctimas que arrastrarían en el camino.  

Los actos pasados repercuten en el presente 

Estas tres historias son un claro recordatorio de la necesidad que tenemos de conocer el pasado, no desde el odio y el rencor, sino con una mirada objetiva que nos permita aprender de los errores de otros.  

Lamentablemente, ese sentimiento anti-federal aún persiste en los corazones de algunos.  

Y debido a los actos violentos de los últimos años, perpetrados por policías o incluso población civil, es difícil reconstruir la confianza. 

Mi llamado es a que comprendamos que hay mucha gente buena, que día a día hace su mayor esfuerzo por este país y quienes lo habitamos.  

Espero haberte ayudado a comprender un poco mejor el contexto en el que vivimos. Nos vemos en una próxima ocasión para seguir compartiendo experiencias en El Camino de los Inmigrantes.  

¿Conoces a alguien que pueda servirle esta información? Compártela, te lo agradecerán. 

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