Arrestos de migrantes sin antecedentes penales se disparan en EE. UU.
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En los últimos meses, algo ha cambiado en las detenciones migratorias en Estados Unidos. Cada vez más personas están siendo arrestadas sin haber cometido ningún delito, sin cargos previos y sin tener historial criminal, el único “delito” es no tener papeles dentro del país.
Lo que parecía una excepción hoy se está convirtiendo en una práctica habitual. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha intensificado los arrestos de migrantes sin antecedentes penales, bajo nuevas directrices internas que, en la práctica, eliminan las prioridades establecidas en años anteriores.
Justamente desde mayo, la agencia comenzó a operar con cuotas mínimas de arrestos diarios, pasando de 1.000 a 3.000. Como era de esperarse, el resultado fue evidente: los agentes ya no hacen una distinción entre personas con historial delictivo y aquellas que solo buscan trabajar o huir de la violencia. Lo que importa es contribuir al cumplimiento de la cuota de arrestos impuesta.
Los datos hablan
Para entrar en el análisis y de acuerdo con datos revelados por el Deportation Data Project, estados como Arizona, California, Virginia y Florida se han convertido en puntos críticos de esta nueva tendencia y hoy en día lideran las cifras de arrestos de migrantes sin antecedentes penales.
Para el caso del estado de Arizona, en enero, solo el 18 % de los arrestos correspondían a personas sin antecedentes. Entre mayo y junio, esa cifra subió al 28 %, lo que significa que casi 1 de cada 3 personas detenidas por ICE en el estado no tenía cargos ni condenas.
En California el panorama no es distinto, en abril, el 22 % de las personas arrestadas no tenía antecedentes. En mayo, la cifra ascendió al 38 %, y en junio alcanzó el 60 %. Es decir, 6 de cada 10 detenidos por ICE en California no tenían ningún historial criminal.
Para Florida, en abril, el porcentaje fue del 21 %. En mayo subió al 24 % y en junio alcanzó el 36 %. En Virginia, solamente en el mes de enero, el 29 % de los arrestos fueron de personas sin antecedentes. Para mayo, esa cifra se duplicó y llegó al 50 %. En junio, alcanzó un pico del 60 %.
Según el mismo informe, esta radiografía se refleja en evidencia en el territorio nacional; en mayo el 21 % de los arrestos diarios de ICE eran de personas sin historial criminal. En junio, esa proporción se elevó al 47 %.
Esta cifra contrasta con lo reportado por el Centro de Acceso a Registros Transaccionales (TRAC por sus siglas en inglés) que señala que el 71% de los detenidos por ICE, con corte al 27 de julio, no tenía antecedentes penales.
Texas con 13.087 lidera la lista revelada por TRAC, seguido de Luisiana con 7.379, California se ubica en tercer lugar con 3.471, le sigue Georgia con 2.900 y Arizona con 2.594.
La tendencia es clara: más de la mitad de quienes terminan bajo custodia migratoria no tienen cargos penales. Pero esto no es una coincidencia, sino el resultado de una política impulsada desde el gobierno federal.
Un giro en la estrategia de ICE
El espíritu de ICE es preservar la seguridad en el país e ir tras los delincuentes. Sin embargo, los nuevos lineamientos operativos, junto con la presión para cumplir con cuotas diarias de arresto, han transformado ese enfoque. Hoy, las detenciones masivas de personas sin récord penal reflejan una aplicación de la ley basada en atacar la presencia migratoria indocumentada que en amenazas reales a la seguridad pública.
Este cambio ha generado preocupación entre la comunidad migrante que ha vivido durante años en EE. UU., quienes pagan impuestos, trabajan y mantienen a sus familias, sin embargo, ahora enfrentan el riesgo real de ser arrestadas en cualquier momento, incluso si nunca han tenido problemas con la ley. Además, muchas de estas personas detenidas no cuentan con acceso inmediato a un abogado, servicios de traducción, o incluso atención médica básica lo que complejiza mucho más la situación.